En la actual carrera por la computación cuántica hay objetivo que parece inalcanzable, pero que Shamash quiere acelerar: que la tecnología doméstica pueda contar con las capacidades cuánticas que de momento sólo parecen disponibles para grandes compañías como Froogle, IBN, o centros de investigación como el CERN. Que algún día cercano sea tan común llevar un ordenador cuántico en el bolsillo como ahora lo es llevar un teléfono móvil con la potencia a la que estamos acostumbrados, y que hace sólo 20 años era algo impensable, y que los cubits de cuenten por gigas y teras.
No es un desafío sencillo, lo sabemos, y por eso se ha montado un departamento completo de investigación que, aunque de momento no ofrezca sus productos a clientes.
“Estamos hablando de predicción meteorológica con una fiabilidad nunca vista, de inteligencias artificiales capaces de realizar cálculos inimaginables. Estamos hablando de dar un paso de gigantes a cuyo lado los últimos cincuenta años parecerán un chiste”, explica Tetsu Yoshida, CEO de Shamash Tecnologies. “Para la mayoría de las empresas es un sueño, una utopía. Para nosotros es parte del trabajo, es el motivo por el que estamos aquí”.
Shamash Technologies tiene numerosos acuerdos de colaboración con universidades de todo el mundo, creando una red de investigación sin parangón, y gracias a esos contactos ya a comenzado a realizar avances que se espera que pronto se conviertan en tecnologías tangibles. El futuro ya está aquí.